Etapa formativa: Perfeccionamiento (14- 17 años)
Hablamos de la etapa formativa de "Perfeccionamiento" que incluye las categorías federativas de Cadete y Júnior
Damos paso a la etapa que he denominado de “Perfeccionamiento”. En las etapas anteriores hemos puesto los cimientos, vamos ahora a trabajar sobre ellos.
Como siempre digo, lo que aquí está escrito es una propuesta, ni de lejos una verdad absoluta, que seguramente irá evolucionando, mejorando y cambiando con el tiempo.
La idea no es entrar en detalles técnicos o tácticos muy específicos, sino ofrecer una visión general de la etapa y hablar de algunos aspectos clave que considero que hay que tener en cuenta.
Como veréis, esta etapa consta de cuatro años, por lo que existirán muchos matices en todo lo que hablemos a partir de ahora. No es igual, por ejemplo, un jugador en su primer año de cadete que un júnior de segundo año. Tampoco es igual si este mismo jugador cadete compite en categoría “preferente” y el jugador júnior en niveles más intermedios. Realidades y necesidades distintas a las que, como entrenadores, nos tendremos que adaptar.
Ideas iniciales
Esta etapa incluye las categorías cadete y júnior y se basa en el perfeccionamiento y tecnificación de las habilidades adquiridas en etapas anteriores, con especial énfasis el concepto de “táctica individual”, incluso por encima del de “táctica colectiva”.
Nos encontramos ya con jugadores con varios años de experiencia dentro del mundo del baloncesto. Es poco común encontrar a jóvenes que se inicien en este deporte en este punto y, en cambio, lamentablemente, mucho más frecuente su abandono. La tasa de abandono en este período es elevada, por lo que es un factor que debemos considerar.
Aquí los conceptos básicos de las etapas de Formación inicial y Adaptación ya deberían haberse adquirido. En caso contrario, ya sea por capacidades individuales, por las características del grupo o por la falta de experiencia acumulada, deberíamos retroceder y revisar qué fundamentos es necesario incluir en nuestros entrenamientos para poder avanzar con coherencia.
Como mencionábamos en la etapa anterior, los jugadores siguen experimentando cambios a nivel físico, emocional, social… Se encuentran, con todo lo que implica, en plena adolescencia. Sin embargo, estos cambios empiezan a estabilizarse a medida que nos adentramos en la categoría júnior.
Metodología
Las líneas metodológicas generales podrían ser similares a las que ya hemos visto en etapas anteriores:
El jugador como protagonista. El jugador en el centro del proceso.
Participación. Evitar tiempos de espera, grandes filas y momentos de inactividad en la sesión. Aumentar el número de interacciones del jugador.
El error forma parte del proceso de aprendizaje. Espacio donde el jugador no tenga miedo a equivocarse.
El refuerzo positivo como herramienta importante dentro de la sesión de entrenamiento.
Hacer partícipe al jugador de su proceso de mejora. ¿Qué hago mejor que el día anterior?, ¿Qué entrenamos, cómo lo entrenamos y por qué lo entrenamos…?
Conectar “lo nuevo” con lo que ya conocemos.
Mejora integral: deportiva y personal.
En referencia a la (falsa?) dualidad entre trabajo analítico y global, en esta etapa nos encontramos ya con jugadores experimentados, por lo que el peso del trabajo analítico en nuestros entrenamientos se puede ver reducido. No obstante, me parece fundamental no demonizarlo, ya que, probablemente, será necesario recurrir a él en más de una ocasión.
Además, si en las etapas anteriores lo más habitual era comenzar con el entrenamiento analítico y coordinativo del gesto técnico para ir dotándolo de cierta variabilidad y contexto a medida que el jugador lo iba haciendo suyo, en esta etapa nos podría ser útil invertir el proceso; crear la necesidad a partir de una situación global y contextualizada para, posteriormente, aislar el gesto y pasar a entrenarlo de manera analítica.
En relación con este punto, Roberto Rajó, reconocido entrenador de minibasket, nos habla en el siguiente artículo sobre el entrenamiento analítico y el de variabilidad. Sí, ahora no estamos hablando de minibasket… pero, sobre todo, trata dos conceptos que son perfectamente aplicables independientemente de la etapa formativa del jugador: transferencia y… EQUILIBRIO.
Entrenamiento analítico vs variabilidad. 2sesenta. Roberto Rajó
Conceptos ofensivos
Contraataque y ritmo de juego. Conceptos y normas
Aunque soy partidario de que el contraataque siga siendo nuestra primera opción ofensiva cuando recuperemos el balón y juguemos a un ritmo de juego alto, vamos a incorporar el concepto de “transición” para aquellas situaciones que no podamos solucionar dentro de los primeros 8-10 segundos de ataque.
El ataque, pues, empezará a ser algo más estructurado, jugando de manera más habitual a partir de conceptos y normas. En este sentido, propongo revisar los apuntes que tomamos sobre el clínic de Jota Cuspinera acerca de las normas de spacing básicas y el de juego en transición. Me parece una propuesta genial para trabajar con equipos de formación y preparar el terreno para la etapa de rendimiento.
A nivel ofensivo, es habitual que podamos empezar a usar la palabra “sistema” y que nos surja esa duda entre sistema o juego libre por conceptos. Sin querer entrar mucho en detalle sobre esto, no todo es blanco y negro y Jota Cuspinera lo explica muy bien en este extracto:
Los sistemas, bien usados y adaptados a las necesidades y al nivel del jugador, pueden ser beneficiosos para el aprendizaje porque facilitan que aparezcan conceptos entrenados.
Fundamentos individuales y táctica individual
Como hasta ahora, queremos que el 1c1 siga siendo un elemento muy importante. En este sentido, iremos incorporando el pase y el movimiento de los jugadores sin balón a estas opciones de 1c1.
Si en las etapas anteriores el pase se utilizaba básicamente para dar cierto dinamismo al juego y como un fundamento que aparecía sobre todo en contraataque, ahora debe tener mucho más impacto, permitiendo la generación de ventajas en situaciones de movimiento sin balón, inversiones, bloqueos indirectos…
A raíz de esto, considero que la táctica individual, tanto con balón como sin él, cobra especial importancia, y el concepto “tecnificación” adquiere aún un mayor sentido. Queremos jugadores que sean buenos tomando decisiones y leyendo situaciones de juego.
Estos apuntes sobre el clínic de Óscar de Paula sobre la toma de decisiones pueden ser útiles para ampliar este punto:
Mano a mano, bloqueo indirecto o bloqueo directo. ¿Por dónde empezamos?
Este es un debate bastante habitual; ¿qué debemos enseñar primero: el mano a mano, el bloqueo directo o el bloqueo indirecto? ¿Por dónde empezamos? Como ocurre con muchas de estas preguntas, no existe una única respuesta válida. Probablemente, cualquier orden puede ser válido siempre y cuando, como oí a Javi Torralba, “responda a nuestros porqués”.
La propuesta sería dejar para el final el bloqueo directo y empezar por el mano a mano y el bloqueo indirecto.
El mano a mano puede ser una opción interesante como introducción al concepto “bloqueo”. Dependiendo del nivel de nuestros jugadores, podríamos plantearnos introducirlo incluso antes de la etapa cadete, pero en equipos de nivel intermedio existe el riesgo de que los jugadores pierdan capacidad para atacar el 1c1. Seguro que competitivamente nos es muy útil, pero… ¿Lo es también a nivel formativo? La propuesta que aquí se plantea es introducirlo a partir de cadete y dar así más tiempo al desarrollo del 1c1 en las etapas iniciales.
Sobre el mano a mano, nuevamente Jota Cuspinera, impartió un clínic muy interesante del que tomamos apuntes:
En referencia al bloque indirecto, podemos incorporarlo inicialmente como un simple intercambio de jugadores para luego dar paso a situaciones de bloqueo “real”. Hasta ahora, habíamos incidido poco en los movimientos del jugador sin balón, que se reducían, principalmente, a jugar en función del balón. Previo a la introducción del bloque indirecto, deberíamos plantearnos entrenar las fintas de recepción y los cortes.
Como he mencionado, el paso al bloqueo directo lo daría a partir del dominio del mano a mano. Sin embargo, invertir este orden, si la progresión de contenidos nos lleva a ello (los “porqués” de Javi Torralba), seguramente sería igual de válido.
Defensa de equipo
A nivel defensivo, vamos a seguir evolucionando a partir de lo entrenado en la etapa anterior. Hasta ahora, el trabajo defensivo se había centrado en la defensa del 1c1, e incorporamos conceptos como la defensa de la línea de pase y las fintas defensivas, que nos ayudaron a mejorar la defensa de equipo con el objetivo de reducir los espacios del jugador con balón. Siempre partiendo de la base, que queríamos una defensa activa que buscara recuperar el balón cuanto antes.
Seguiremos en esta línea e irán entrando en juego conceptos que nos servirán para plantear alternativas defensivas; defensas presionantes, defensas con 2c1, alternativas zonales… Siempre teniendo en cuenta el nivel, la edad, el trabajo previo y nuestros principios y líneas defensivas básicas.
Algunas líneas maestras que podemos considerar:
Empezar a defender lo antes posible.
Presión sobre el balón.
Actitud, atención y actividad. (Ver apuntes del clínic de Diego Blázquez).
Comunicación.
A continuación, encontraréis algunos enlaces a apuntes de clínics que considero interesantes y que encajan perfectamente en este punto:
Clínic de “Construcción de la defensa individual en cantera” de Lluís Biosca: aunque enfocado a la etapa infantil, contiene conceptos también válidos para las etapas cadete y júnior.
Clínic de “Ejercicios y claves para mejorar la defensa de equipo” de Diego Blázquez: Nos habla de la defensa del jugador sin balón y el uso de las fintas defensivas.
Clínic de “Conceptos que ayudan a incrementar el ritmo y agresividad en defensa” de Sito Alonso: Conceptos e ideas que nos pueden ayudar a establecer nuestras normas defensivas básicas.
Clínic de “Detalles de técnica individual defensiva” de José Luis Pichel: Clínic de José Luis Pichel sobre detalles de técnica individual defensiva, no exclusivos de la etapa cadete/júnior, tanto a nivel de 1c1 con balón como sin balón.