Etapa formativa: Primeros pasos (5- 8 años)
Hablamos de la etapa formativa inicial, el primer contacto del niño o la niña con el deporte.
En la última entrada hablábamos de las etapas formativas. Vamos ahora con la primera de ellas: “Primeros pasos”.
Como vimos, la idea no es “sentar cátedra”, sino hablar desde la experiencia y el conocimiento adquirido a lo largo de los años. Siempre desde una visión personal y, como no podía ser de otra manera, abierta a nuevos aprendizajes que permitan mejorar y ampliar los actuales.
Con estos escritos, la pretensión no es tanto detallar y hacer una planificación o programación de todos los contenidos a entrenar en las distintas etapas, sino ofrecer una visión general de la etapa y la que entiendo que debería ser su filosofía y principios más básicos.
Finalidad
La etapa de “primeros pasos” (5-8 años), supone el primer contacto del niño o la niña, ya no solamente con el baloncesto, sino con la actividad deportiva en general.
En esta fase inicial, es positivo que el infante pueda explorar y probar distintos deportes, sin especializarse ni decidirse aún por ninguno en concreto.
Lo más importante, independientemente de los contenidos deportivos, es que disfrute de la actividad y se lo pase bien haciendo deporte.
Aunque es un objetivo que podemos aplicar también en las siguientes, aquí tiene, quizá, una mayor relevancia:
Objetivo principal: que quieran volver el día siguiente.
¿Qué? Contenidos
Hábitos y valores básicos
Al ser el primer contacto con la actividad deportiva, será una buena oportunidad para empezar a desarrollar hábitos y valores de entrenamiento básicos que nos puedan servir en categorías posteriores; puntualidad, respeto, compromiso, dinámica de entrenamiento, vestir con ropa y calzado adecuados, etc.
También puede ser una buena oportunidad para ir inculcando hábitos alimentarios saludables.
Es el primer contacto del niño/a con el deporte, pero tengamos en cuenta que puede también serlo para las familias. No demos nada por sentado.
Desarrollo de habilidades motrices básicas
Explorar, conocer el propio cuerpo a través del deporte, correr (desplazarse), saltar, girarse, equilibrarse, desarrollar la lateralidad, realizar lanzamientos y recepciones… serán algunos de los contenidos técnicos en los que nos centraremos en esta etapa. Estamos empezando a establecer las bases y los cimientos para lo que vendrá después.
¿Cómo y cuando?
El juego como eje vertebrador
El juego es un elemento muy importante en estas edades que nos puede servir como eje vertebrador de la actividad:
Diversión y motivación: nos facilitará que disfruten de la actividad y, en consecuencia, a desarrollar una actitud positiva hacia el deporte.
Desarrollar las habilidades motrices básicas: permitirá el desarrollo de las habilidades motrices básicas vistas con anterioridad; saltar, desplazarse, girarse, equilibrarse…
Desarrollar habilidades sociales y cognitivas: trabajar en equipo, comunicarse, colaborar, buscar soluciones…
Aprender a ganar y a perder: en juegos competitivos, el jugador deberá aprender a aceptar tanto la victoria como la derrota, el acierto y el error.
No confundamos el hecho de que el juego sea nuestra herramienta con “jugar por jugar”. El juego es lo que nos debe permitir incidir en el desarrollo de hábitos y habilidades motrices básicas, al mismo tiempo que el niño disfruta de la actividad. Todo siempre con un propósito.
Duración y frecuencia de las sesiones
Puede depender de si hemos planteado nuestra actividad como una actividad multideportiva o una centrada en un deporte en concreto (baloncesto, en nuestro caso), pero 1-2 sesiones semanales de entre 45 minutos y 1 hora, entiendo que es un tiempo adecuado en edades iniciales.
Nos permitirá no sobrecargar al niño/a y encontrar un mayor equilibrio con otras actividades extraescolares que pueda realizar. Además, puede facilitar mantener un mayor entusiasmo por la actividad.
No olvidemos que el objetivo deber ser que tenga interés e ilusión por volver el próximo día.
Conclusiones
A modo de resumen:
Primer contacto del niño/a con la actividad deportiva.
Objetivo: que quiera volver el siguiente día.
La formación debe incidir en el desarrollo de las habilidades motrices básicas y, también, en hábitos y valores.
El juego como elemento transversal.
1-2 sesiones semanales de entre 45 min y 1 hora.
El siguiente artículo se centrará en la etapa de “Formación específica inicial” (minibasket) y, con ella, empezaremos a hablar ya más específicamente de… ¡Baloncesto!